
A través de grandes cruzadas evangelísticas en Pakistán, cientos de personas llenan caminos y campos para escuchar un mensaje de esperanza, vida y verdad. Mientras las vidas son tocadas y transformadas, muchos son sanados y reciben milagros por medio de estos alcances.
Durante nuestras recientes cruzadas evangelísticas, el poder de Dios se manifestó de manera innegablemente sobrenatural. Cientos de musulmanes aceptaron a Jesús como su salvador, siendo un testimonio profundo del impacto transformador del evangelio.
Más allá de las conversiones, también fuimos testigos de innumerables milagros de sanidad durante estos eventos. Tumores desaparecieron, dolencias estomacales fueron curadas al instante, personas paralizadas recuperaron la capacidad de caminar, deformidades fueron corregidas milagrosamente, articulaciones inmovilizadas volvieron a moverse y el dolor desapareció por completo. Estos sucesos extraordinarios sirvieron como evidencia tangible del poder sanador de Dios.
Uno de los muchos testimonios ocurrió cuando una persona llamó a su familia en Francia para que presenciaran la cruzada. ¡Incluso a través del teléfono, uno de los miembros de la familia en Francia fue completamente sanado!
La atmósfera durante estas cruzadas estuvo cargada de fe y expectación, ya que cada sanidad milagrosa fortaleció la creencia de los demás en el poder del evangelio para transformar vidas. El impacto de tal demostración poderosa del amor de Dios y su presencia sanadora dejó, sin lugar a dudas, una impresión duradera en todos los que fueron testigos de estos eventos que inspiraron asombro.